2 abr 2025

RIP Libertad

 


RIP Libertad

Confieso que he deseado que un inepto como Donald Trump llegase a ocupar la presidencia de USA. Era la única manera de dinamitar el sistema capitalista. Un personaje así sería capaz de poner en práctica la dictadura neoliberal en todos sus excesos. Sólo un desquiciado hipócrita como Trump puede acabar con los derechos de las minorías que no se arrodillan ante su gobierno. Si has perdido tus derechos porque eres una minoría, ya no podrás rebelarte, porque el nuevo matón de barrio si lo haces te encerrará, te desterrará de tu país y te expulsará de tu propia casa. Es que eres pobre. Es entonces cuando comprenderás que es la lucha de clases. Una guerra encubierta sin frentes militares, pero con muchos muertos. Ya podemos decir, sin miedo a equivocarnos que estamos asistiendo a la muerte de la libertad, al menos tal y como la conocíamos y la disfrutábamos, en todo su esplendor. La libertad alcanzada en Europa fue el fruto de un largo debate entre muchos países, muchos idiomas, muchas culturas y religiones, muchas democracia, transparencia y tolerancia. Esos son nuestro valores. Nada de grandezas y supremacías, en Europa hemos optado por mucha flexibilidad y mucha solidaridad. El mundo necesita otro Estados Unidos de América, y para eso este tenía que morir. Morirá de cometer estupideces, de cometer injusticias, de errores y fallos ajenos a cualquier calidad en los procesos, o en los métodos. Trump es el arrogante que ignora su propia vanidad. Se cree un ser superior y se comporta como un emperador, al igual que su amigo Vladimir Putin. Pero lejos de poder demostrar su altanería en la gestión pública con éxitos destacables; como la vanidad es la creencia excesiva en las habilidades propias, o en la atracción causada hacia los demás; cometen errores, porque no son tan eficientes, porque han sobrevalorado sus conocimientos y sus habilidades y la gente ya los empieza a conocer y a despertar del hechizo hipnótico de su cara naranja. Y por otro lado han ocultado sus actitudes, en un acto camaleónico de hipocresía. Basta ir a la hemeroteca para escuchar a Donald Trump decir, que a las mujeres hay que tocarles la vulva sin pedir permiso, o que podría asesinar públicamente a alguien de un tiro y la gente seguiría votándolo, mientras agacha la cabeza para orar en una misa católica. El Ku Kux Klan ha llegado al poder. Estos monstruos que luego rezan a un dios que los perdona son los que acabarán con la libertad, si los dejamos.