Empieza ya,
desperezate año nuevo
deja el acompasado latir de los inviernos,
siente como galopan las primaveras,
dame nuevas alas que quiero ir lejos
que mi pena está cansada de doler
y cicatriza lentamente su silencio
que ya mi corazón sabe su destino,
y manso espera rebosar un día
en el pecho de una mujer amada
que sepa amar,
como yo espero
año viejo te vas
y me dejas esta anciana sabiduría
esta compasión hecha astucia
esta venganza hecha tolerancia
estoy contento de lo aprendido
porque no pienso en lo perdido
que era un amor de trampantojo
de la dama de los espejos
de la sultana solitaria
de la ninfa boba y bella
del hada destructora de los versos
pienso más en lo hallado
en ese dolor luminoso y claro
que devolvió mi vulnerabilidad
porque supe amar
y eso me hizo humilde
y aprender a amar no es poco
hoy tengo en mi pecho un caudal de risas
de libertades arrancadas al martirio
de los amores ingratos
liberado al fin de las pasiones locas
esa es mi ganancia propia,
intima, individual e inransferible
lleno de saberes estelares y selváticos
respira hondo en mi pecho
porque este año nuevo
aprendí que amar
es un riesgo necesario
que los estrategas de la locura
no conocen ni de lejos
ya no me quita el sueño tenerla
no deseo la cascara de aquel cangrejo
no me atraen los maniquís
de largas y finas manos
ni las mujer de pasarelas
ni las conflictivas gorgonas acechantes
ahora estoy como Ulises
tapando de cera mis odios
disfrutando este momento
del año nuevo,
con la sonrisa dulce
que brota esplendorosa
de saberme a salvo
de todas las arañas
protegidos de los hechizos
de los desatinos inmaduros
que hoy caen por su peso
al fango que hay abajo
este año nuevo puedo sonreír
al ver de la que me he librado
