30 jun 2009

Parque de San Francisco

Ya nadie supo
como contarlo
pasamos del amor
a otros asuntos
y fuimos deshojando
los pedazos del vacio
que juntitos
fuimos rellenando
abrazados,
rellenándonos
canté el bolero
porque encontré algo
yo que nada espero
en apenas un instante
un regalo de los cielos
por eso quedé mudo
y dejé el bolero
ya íbamos caminando
rodeados de niños
cuando, el granito cómplice
del agua amiga
que trajo la lluvia
que mandó el destino
ella pisa y vuela
resbala esplendida
desliza su cuerpo
en el vacío del aire
y yo que nada espero
al vuelo la abrazo
y cimbra su centro
junto al mío
y la calle es nuestra
caminamos con los niños
nos acogen en pandilla
vamos zalameros
y yo comprendo todo
lo que aquel abrazo
por la cintura
daba de si
oleadas de camaradería
de ir codo a codo
de acompasarnos
de mujer estoy aquí
porque nos hacia falta
esta intensidad
desmesurada
y la mecíamos
con testigos de honor
más que nada
más que ningún deseo
esta seducción
de Circe nueva,
que hace hervir
la sangre
sin tocarla
es hacer calceta
en el Kilimanjaro
o en el parque,
caminar bajo la lluvia,
de San Francisco.

29 jun 2009

El pueblo malo

Estábamos incendiados
y nos consumimos
quedamos exhaustos
y nos deslizamos,
y sobre la tierra ocre
nos fuimos amando
de la moral castrante
fuimos el azote
hasta que los bomberos
y los vecinos del pueblo
arengados por el sacerdote
nos fueron apagando
amansaron nuestras llamas
y ahora somos cenizas
y ahora somos el arroyo manso
que serpentea por la acequia
pero si nos volvemos
a tocar en una esquina
si te veo en un recodo
prendida tu mirada
azul e incandescente
si olfateo el estro
de tu mes fértil
irremediablemente
volveré a buscarte
y seremos de nuevo amantes
y quemaremos el pueblo
y su convencionalismo arderá
y el cura entero arderá
como se merece
por no saber respetar
a los amantes

Romper, romper y romper

Por culpa de Gabriel Celaya
ya no concibo la poesía
como un lujo cultural
ni como bien cultural
como hacen los neutrales
la siento como arma cargada de futuro
y cada lunes me preparo
abriendo mi pecho a su disparo
luminoso y hechicero
como lo es su cuadro de agua tinta
él que ella que me regaló
una tarde de lluvia silenciosa
él que aún no está colgado
en la pared temblosa
de mi cuarto
porque no me atrevo a ceñir
su papel de acuarela libertaria
y acotar a sus protagonistas
en una carcel de marcos sin ventanas
Los miro y la veo a ella
es una procesión en la distancia
son tres seres difusos
de apariencia taciturna
intentando avanzar
pero en la cercanía
todo cambia
su determinación es clara
se tensan buscando
la liberadora ruptura
ahí está ella a través de esas formas
su esencia de mujer expresada
con su mano herida
que dibuja sin dibujar
y la veo rompiendo y avanzado
como nadadora microscópica
diminuta solitaria en medio
de una mar inmenso
bebiendo a cucharadas
pero sé que al final vencerá
romperá las tensiones
su tenacidad es inmaculada
sus figuras dicen al unísono
romper, romper, romper
con su letra santa de visionaria
y al hilo de ese ovillo
de inconscientes colectivos
esta mañana nos despierta Whitman

OMAR RAMOS


"Impulso, impulso, impulso"
WALT WHITMAN

26 jun 2009

EL DÍA QUE LA VIRGEN DE COVADONGA TUVO LA REGLA, UN PEREGRINO QUE ESTABA ORANDO A SUS PIES ALZÓ LOS OJOS LA MIRÓ Y DIJO ESTO:

Regla mujer fértil
de la montaña asturiana
inunda el mundo
con tu sangre redentora
no dejes que olvidemos
que de ti venimos todos
no nos dejes creer
que somos fríos y digitales
relojes trashumantes
carentes de sentires
autómatas inmaduros y cibernéticos
Déjame beber esa sangre
salada y dulce
quiero emborracharme de ella
no para olvidarme de nada
para recordar todas mis memorias
en tu vientre de plaza amplia,
en tu vulva generosa
granero de simiente,
dulce, tierna y jugosa.
Sentido vientre de mujer,
déjame entrar en esa cueva fértil tuya
de donde mana esa agua de vida
déjame acariciar el suave terciopelo
donde nacieron todas las naciones
y arrodillarme ante tu desnudez
y orar ante la diosa madre
y pedir disculpas por no ser un niño
y expresar mi amor de hombre
No abuses más con tu indiferencia Santamía
no ves que me diluyo en tu deseo
que he nacido para perderme en tu mar rojo
que mi destino es ser naufrago de tus miradas
que no existo sin tu rotundo y certero beso
que estoy perdido y sólo ante tu entrada
esperando a que decidas algo
que no poseo más cartografía que mi sentimiento
que para recorrerte no tengo más que amor
que para penetrar en tu interior sólo tengo ternura
que para tus pechos de miel
sólo tengo este latido al unísono del tuyo
Si unirme a ti, ya es inevitable
el acecho me es insoportable,
mis hormonas en pie de guerra
danzan por todo mi ser
y mi cuerpo es su campo de batalla
y yo, domo,
y yo, mando,
y yo, ordeno
pero ellas no me hacen caso,
mis hormonas son tuyas,
tus esclavas,
sólo hablan de ti
de tus encantos,
de tus curvas suaves,
de tus besos de manantial
de tus pechos de niña
de tus aureolas de nodriza
y mi corazón tu complice
me deja en la estacada
Mujer, amante,
madre, colega,
compañera y amiga
escucha mi ser que está derrotado
seco de tanto desearte
amargo de tanta pasión contenida
no sé qué hacer con este Ímpetu
no sé cómo vivir queriendo
sin estar en ti o sin ti y sin tus besos
represado, aquietado y manso.
Dame la libertad que tu deseo me hurta
déjame ser salvaje a tu lado
no quiero seguir domesticado
quiero aullar a la luna
con tu cuerpo desnudo entre mis brazos
porque me estoy quemando
galaxia espléndida de mil tentáculos
cenit de este firmamento que ha enloquecido mi ser
dame de beber, por vida tuya
que ardo por los cuatro costados
que no puedo contenerme
que seguir en la incertidumbre
es condenarme a muerte
Me apetece saber a qué sabes
no me niegues,
no me dejes sediento
en el desierto malquerido
del amor nunca correspondido
Regla, que tu sangre salva
nuestro desconcierto más sublime
el de explicar la vida en términos de hombre
regla que tu fuerza es tanta
que se me agota la palabra
que enronquece mi grito
que enmudece mi canto
ante ese río pleno y escarlata
que fluye de tus muslos, calle abajo
como la alegría y la música
cuando baja por las callejuelas de mi pueblo
los días de fiesta
anunciando con guirnaldas
que ya viene la vida,
que el amor está ahí
dentro de ti acurrucado
Tu sangre, Santamía
tu hermosa sangre,
tu sangre que hace vida
tu sangre que resucita
olorosa y animal
orgánica y valiosa
como el crujido de la hojarasca
tu sangre primavera valiosa
para en este páramo
yermo de soledades
Bendita sea tu sangre mujer
fresca y roja,
Avisarte más no puedo
o huyes de mi o desnúdate
y entonces acuéstate a mi lado
apóyate en mi pecho y escucha
el rugido de este corazón
acunando las olas de tu deseo

Para una poeta

¡Ay poeta! que la vida es breve
y breve la quiero
no la anhelo larga
porque larga aburre
y corta excita
pero si tu suspiro me necesita
quiero ser caracol en tus caderas
que la prisa me deje disfrutar
en las laderas de tus ingles
y en tu silueta ser náufrago
para abandonar la quietud
de mi perdición en tu puerta
donde las primaveras rizan
deseos con hilos de oro
y la enredadera de la vida
se muestra plena
Nunca antes tuve citas
hasta conocerte a tí
procuraste mutar lo cotidiano
hay en lo interno
un nuevo mandato
abandona las riendas
me dijiste y te hice caso
ahora algo se revela
que convierte todo
lo que toca en inhumano
es tanta su precisión y su consuelo
y lo aprendido ya no me sirve
todo se desdibuja
una cita ahora
es un estruendo
todo es consciencia
y patrimonio
lo banal no existe
lo trivial se esfuma
con cada respiración
es un rugido de intenciones
de certezas
el cuerpo cruje
la mente asaeta
el corazón no impone
sentado sienta
cada sonido
cada disparado suspiro
es liturgia de este encuentro
entre nosotros
no somos nada,
nunca seremos nada
y lo somos todo
seremos caminantes
coincientes en esta vida
y en la otra nos uniremos
a la flor de mil resplandores
al espejismo de un ejercito
de vasallos implorantes
sirviendo al emperador
de la conciencia
y sin embargo
tu eres libre y mercenaria
Conmovido estoy
de que me acompañes
de que me cultives
y apenas de leerte,
amiga con letras en la piel
que habitas ese cuerpo
irredento
poético
con tus venas de tinta azul
que se alzan imponentes
ríos y cauces
con ese verbo tembloroso
pero nunca cobarde
que se cimbra y mece al son
de tus entrañas de niña amujerada
y de poeta con cara de luna nueva
has vivido y apenas
lo dices todo con tu sonrisa
y puedo escuchar en tus palabras
el poso sendentario
y la aquilatada vida de un elzevir
que creció acunando libros
amamantado letras
estrujando poemas milenarios
con sus brazos tiernos
milenario animal
de las regiones celeste
te habita
nada en ti es humano
vienes de otra tierra
de otro tiempo
por eso sientes el paso de la vida
con la distancia y el olvido
de los que se saben inmortales
Has comprendido que los arañazos
pesan más que la conciencia
sí, a los poetas que arañan
dejan de escribir
y se marchitan
como las flores salvajes
en los invernadero
reales de la plutocracia
las que arañan destilan
un líquido imposible de beber
lo he intentado y la náusea me ronda
rebaño de minotáuros
los que arañan enmohecen el beso
agrietan los genitales
resecan el alma
los que arañan
no leen poesía
disparan palabras
Marta mía

FELIZ DESCUMPLEAÑOS

Buenos días poeta de verde luna,
como la sombra del limonero
le cortas a la luz el suspiro,
con la esencia de tu aliento,
fresco y puro
como el canto de los niños,
que guardan los indicios bellos.
y la luna llorosa
muerde la ola
desde que te fuiste
de aquella playa
donde besarme quisiste
frente a las arenas minerales
del puerto de las viudas rojas
mientras tú leías
de pasión encendida
poemas de Rojas
ante esa luna envidiosa
en puerto Llumeres
que contó tus 29 abriles
,donde las mujeres
con sus manos arrancan
de las vísceras sutiles
el hierro ocre de la tierra
entraña que agostan
diezmada y yerma
sin besos de hombre
mineras que escarban
buscando ausente marido
mientras tú y yo
como un mudo testigo
explicamos con un beso
este amor prohibido
ante los fantasmas
que si los dejaran
se hubieran querido,
allí donde tu beso fue mio
ante una playa de sangre
con ellas lo compartimos
y las mujeres por tu boca
y los hombres por la mía
se besaron ayer de nuevo
sin ausencia
sin destino
un beso de amor
que es tu don
más atrevido
29 besos como 29 soles
primigenios que alumbraran
29 galaxias inconclusas
que se completarán
durante 29 ciclos
del baile eliogónico
de las esferas de tu corazón
29 veces primaveral y bello.

17 jun 2009

Vigésimo Octava

Aquella noche ya casi era el alba
y ella subió en mi potro desbocado
sin que yo pudiera acotarla
se alzó la mujer de mis días
la de la piel toda blanca
con pechos de guirnaldas
temblor de tocinillo de cielo
agitando brochazos naranjas
con las flamas de su cabello
en el tercipelo de su habitación
y al compás de su grupa soberbia
con el ritmo de sus nalgas nacaradas
me deje montar y me entregué
mientras miro sus ojos de gata encendidos
arañando la penumbra con sus sentidos
esmeraldas de fuego que abrasan
y el sabor dulce de sus botones
que en mi boca habitan dulces y húmedos
para siempre súbdito de sus senos
y esa sonrisa mientras me cabalga
y esas sortijas de su pelo de fuego
que en mi lengua suavemente se enroscan
y mi simiente latiendo en su vientre
y yo, allí debajo entre sus piernas engarzado
sin mas destino que complacerla
sin mas trascendencia que penetrarla
a la que no me desea
a la que no me necesita
a la que duerme con amantes transitorios
pero la que ahora es mía
la que me cabalga
con todas las células encendidas
de todas sus vísceras despiertas
de todos sus rió internos desbordados
Afuera empieza a reinar el alba
y los pájaros canoros
encienden la risa de un despertar
los primeros ruidos del mundo
anunciando que no estamos sólos
y mi yegua fina llega a su remanso
y de pronto, el estar es una eternidad
y el mundo parece detenerse
y la prisa se duerme
y el dolor se aleja
y suena la música interna
que bailan las células
y su respirar agitado llena los aíres
y mis suspiros son un estruendo
en su boca bella
y de pronto algo se acerca,
aquello lo innombrable
lo que llega y trasmuta lo vano en sublime
aquello que parece un terremoto
aquello que no tiene límites
porque no hay palabras suficientes
para nombrar el abismo que se abre,
desde del centro de su vientre
desde donde siento latir sus entrañas
con un vacío lleno de todo,
con un remolino de caricias
del que vengo y al que voy
sin pensar en consecuencias
en el me entrego y pierdo
toda mi conciencia
y ya no sé, si soy yo
o soy ella
Desear, no desear
amar, no amar
la mente, lamentable y mentirosa
para no enloquecer, inventa
y crea campos semánticos
donde plantar las patatas
para no dejar crecer las flores
de este orgasmo plenipotenciario
la mente, esa gran cobarde,
la justificatriz de los peores crímenes intelectuales
Se relame disecando,
acomodando todo
dejando sin sentido lo sentido
desdiciendo en palabras
lo dicho en suspiros
Aquella noche ya casi era el alba
y ella subió en mi potro desbocado
se alzó la mujer de mis días
y luego me expulsó de su lecho...
para siempre...

Vigésimo Séptima

No soy jauría, ni enemigo
soy tu hombre amigo
hoy me di cuenta
después de columpiarme
en el amor,
fijé mi fría pupila azul
en el hilo transparente
de la amistad
hasta parecer delicado
yo también tengo mi culpa
una culpa negra de cloaca
por haber pedido
por haber necesitado
por buscar satisfacer mis necesidades
por ser tan primitivo y básico
no es grato darse cuenta
del daño que provoco,
no sirve el doler sino se aprende
a respetar a la víctima
amando sus decisiones
me enloquece mi ceguera
tampoco sirve
mi inconsciencia asesina
no merece nada
y en la medida de mi egoismo
yo también he contribuido a que estés así
Los malos no fueron tus otros amantes egoistas
yo también he sido malo.
Te pido que aceptes mis disculpas
me he dado cuenta hoy
del valor de tu amistad
y quiero ser tu hombre amigo
o morir en el intento de serlo