12 jun 2015

Ni légolas
ni caguegolas
aquí mis güevos mandan
dijo un samélido
y su canto gélido
era que se buscaba
la vida desde los seis años
en la calle,
en la calle,
si, si
en la calle
en la puta calle
en la cochina calle
en la violenta y peligrosa
calle mexicana
donde los muertos son
y el que mata quita
y el que quita ahoga
estrangula el amanecer
de un evangelio
donde desconocidos
son mesías
de padres y madres
sin destino alumbran
un pueblo
pero yo soy paria
yo soy niño de la chingada calle
de la calle de mi raza
la calle de mi manada
no te confundas güey
no dije mamada
estoy en mi lugar
en el territorio 
en el lugar 
en él que soy el más chingón
tu tienes otras cosas
lo sé
también tas cabrón
pero qué quies
cada uno escoge su cadena.

rap al no se qué

No hay más sol
que la niebla de tus ojos
leviatán de la confusión
detrás de tu mirada
muro flamígero
que esconde
un frío y pausado vacío
y mirarte
es verme morir
y sin dejarte
quiero irme
y sin irme
quiero amarte
desearte
acompañarte
cultivarte cada noche estrellada
planta temprana
la de la tercera mirada
la subsanadora del sentido
la tremenda estremecedora
la señora del cerca y
el señor del junto
tus ojos y tu mirar
son mis mares
donde reposo
mi respirar profundo
mi herida mortal
la vida riendo
desde mis adentros
en imparable huída
a tierras de arcilla
amasando vida
con deleite
viviré en esta sonrisa
para siempre
lo sé.