Ni légolas
ni caguegolas
aquí mis güevos
mandan
dijo un samélido
y su canto gélido
era que se buscaba
la vida desde los
seis años
en la calle,
en la calle,
si, si
en la calle
en la puta calle
en la cochina calle
en la violenta y
peligrosa
calle mexicana
donde los muertos
son
y el que mata quita
y el que quita ahoga
estrangula el
amanecer
de un evangelio
donde desconocidos
son mesías
de padres y madres
sin destino alumbran
un pueblo
pero yo soy paria
yo soy niño de la
chingada calle
de la calle de mi
raza
la calle de mi
manada
no te confundas güey
no dije mamada
estoy en mi lugar
en el territorio
en el lugar
en él que soy el más chingón
en el lugar
en él que soy el más chingón
tu tienes otras
cosas
lo sé
también tas cabrón
pero qué quies
cada uno escoge su
cadena.