Hijos de la diversidad

Un principio de respeto y de confianza es necesario para trabajar en equipo. Pertenecemos a una plataforma plural y diversa, por lo tanto creo necesario fomentar el sincretismo, porque es una clase de valor que a la vez que nos permite tener una visión amplia y diferente de la sociedad y de la realidad, nos obliga a debatir y a llegar a acuerdos. Si vamos a escuchar a las personas, si queremos empoderar a los que no han sido escuchados antes, lo primero es aprender a hacerlo. Qué conocimientos, que actitudes y que habilidades necesitamos adquirir para salir a la calle, a las asociaciones. No somos los más listos del panorama, pero somos los más participativos, y esa es la clave de que juntos Podemos. Hay herramientas de escucha, de entrevista, de detección y de diálogo que se han usado desde 1790 a la fecha. El hombre nuevo lo es en todo, desde su manera de percibir la realidad social, a la interpretación de esta. Lo nuevo no está en lo viejo, lo nuevo está en el terreno de lo desconocido, no encontraremos lo nuevo en las viejas fórmulas, en las repeticiones  mántricas que salen de las cúpulas de los partidos de la izquierda y la derecha y que las bases repiten rezando al dios del cambio o al del progreso, sin éxito alguno. La cuestión no es propaganda, el meollo, lo nodal es participación democrática. Queremos participar y vamos a participar. Para construir un hombre nuevo no podemos usar herramientas viejas y encorsetadas. Lo decía Ernesto Che Guevara, y los llamaba ladrillos soviéticos. Para ello es necesario cambiar, y eso implica dejar de hacer lo mismo, aprender a ser arriesgados, flexibles, generosos y humildes.