Bitácora de un escribidor que sabe a dónde va y que deja sus huellas nómadas en la arena del ruido cibernético, con estos textos y con la esperanza de que tengan sentido para alguien. Si desde la distancia o desde el olvido lo consigo estaré satisfecho, aunque sólo sea por el placer de expresar, de participar en este circo llamado mundo. También para que mis hijos sepan que su padre ha hecho algo más que consumir recetas, servicios y productos.
23 mar 2009
Abriendo brecha
Hoy nació esta bitácora, porque a mi lo de los barcos me gusta mucho. Me siento un náufrago de los mares virtuales de Internet y tirado en esta playa recuerdo los rumbos que tomé antes de encallar, recuerdo mi sentir, mi dolor y mi dicha. Esta mañana la recuerdo menos, será porque la crisis, la depresión, y mis otros 473 problemas empiezan a derribar el castillo del amor, y claro cuando el hambre entra en la casa dicen que el amor sale por la ventana. Y sin querer ser indiscreto me expreso, me desnudo en este epistolario amoroso que me trajo el amor y que el amor me quitó, pero porque puedo, canto y no renuncio a ese amor y no me desdigo. Es una crónica trágica que no acaba mal, sólo acaba, ya lo sabe quien esto lea, pero el amor siempre merece la pena, acabe como acabe y todo por servir se acaba...
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