29 jun 2009

El pueblo malo

Estábamos incendiados
y nos consumimos
quedamos exhaustos
y nos deslizamos,
y sobre la tierra ocre
nos fuimos amando
de la moral castrante
fuimos el azote
hasta que los bomberos
y los vecinos del pueblo
arengados por el sacerdote
nos fueron apagando
amansaron nuestras llamas
y ahora somos cenizas
y ahora somos el arroyo manso
que serpentea por la acequia
pero si nos volvemos
a tocar en una esquina
si te veo en un recodo
prendida tu mirada
azul e incandescente
si olfateo el estro
de tu mes fértil
irremediablemente
volveré a buscarte
y seremos de nuevo amantes
y quemaremos el pueblo
y su convencionalismo arderá
y el cura entero arderá
como se merece
por no saber respetar
a los amantes

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